Me desperté por decimonovena vez, tras volver a soñar por decimonovena vez lo mismo, y me di cuenta que cuando antes de dormir dije "la noche me va a caer pesada", era que todavía no tenía idea de lo que venía. Me despertaba y me dormía a una velocidad tal que llegado un punto ya no sabía si estaba dormido o despierto, el sueño se repetía en su edicion #20 (esta vez impreso en sephia) y yo sentía una incomodidad profunda. Finalmente, re podrido, me levanté, me pasé las manos maquinalmente por la cara y el pelo y acabé por salir de la pieza, lanzando patadas imaginarias a todos los objetos imaginarios que se me cruzaban en mi camino.
Me recibieron con un mensaje que, en un principio, rebotó contra mi cara de mala noche y fue a estrellarse contra el lavaplatos. Pero cuando logré reunir la suficiente lucidez, aquél "¿Vamos a Sierra?" se convirtió en la salida de emergencia a mi modorra.
Cargamos todo en el auto... comida, bebida, cds de música, yo llevé mis cuadernos de dibujo y literatura y un libro; y salimos.
Mis predicciones se volvieron ciertas una tras otra:
1) El libro ni lo toqué, había una historia a través de la ventana que era mucho mas interesante.
2) Aprovechando que, por primera vez, tenemos un auto con ventanas atrás, dejé que el viento me sacudiera la cara a gusto y piaché, y saqué los brazos un par de veces para sentir como se los chupaba la ruta.
3) Acabamos en el dilema musical de siempre. Papá que, cansado de la radio, destrozó una cancion de Julieta Venegas (yo te quiero.. con limooon y sal) con un bien puesto "Martín, poné un cd, dale". Yo rebusqué entre mis cds, y lanzé al aire mi tan conocido: "ehm, no se... ¿cuál querés?". Ahí empezó el dilema, los gustos musicales que comparto con papá, con comparto con mamá, y viceversa... y me desagrada que alguien viaje con musica que no le gusta, salvo que ese alguien sea yo, me conozco lo suficientemente bien para saber que no me importa, el viento me tapa los oídos.
Acabamos en un cd de narsilion que, por los tamborileos en el termo (obra de mamá) deduje que a todos nos gustaba.
4) Hise el viaje pensando en una cosa, y solo una cosa. (RECORD)
Llegamos a Sierra, comimos abundamentente, y nos colamos por detrás de unos alambres de púa, vigilando que no nos agarraran los guardaparques. En ese momento yo me debatía entre los conceptos de "respeto", "propiedad privada" y "¡MAH'SI!, ¡YO PASO!, ¡TOTAL!, ¡LO UNICO QUE FALTA ES QUE ME COBREN POR PASEAR, NO SON DUEÑOS DE LA NATURALEZA!"
Después acabamos rendidos, tomando mate cerca del bosque. Yo me fui a caminar. Caminata que se convirtió en exploracion cuando descubri unas manchas de tinta marcando un sendero. Exploracion que se convirtió en aventura cuando metí mi imaginacion en todo el asunto y subitamente me convertí en cualquier cosa menos yo... corriendo desaforadamente por un enorme bosque, con todos mis insctintos salvajes despiertos, cazandooo... ¿cazando que?. Hm, ¡cazando!, o quizá no cazara... bueh, da igual. Saltando de piedra en piedra... hasta que mis insctintos me confirmaron que las tres o cuatro abejas que solía encontrar eran... parte de un grupo mas grande que se elevaba por sobre el río. Bueno, eso definitivamente no era mi imaginacion, esa voz tan rara que llamamos "common sense" me dijo: ¡¡SALI DEL RIO, BOLÚ!!.
Bueh, rajjjjando para el sendero del bosque. Después me aburrió y lo dejé serpentear solo, yo serpenteaba por otros lados.
En fin... la imaginacion siempre vuelve todo mas interesante. Cuando volvi, aún gruñendo y con mis colmillos al descubierto, y descubri que el mate estaba lavado... volví a ser yo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario