sábado, 10 de enero de 2009

Incontrolablemente asi... (¡hay que ver las cosas que nos pasan día a día, che!)

Cuando estornudas tu corazón se detiene por una milésima de segundo.
Osea que en esa milésima de segundo pasan muchas cosas.
Además de todo el rollo de las vias conductoras que se irritan y demás (Vease: "Estornudo" en cualquier cosita o cosa dedicada al terma, para mas información), lo curioso es que el corazón se detiene. ¡Se detiene, Felix, se detiene!.
Ahora, pongamos una postura un tanto corazoncista. Ponele que durante una milésima de segundo estás muerto (Felix... ¡¿Felix?!, ¡¡Háblame, Felix!!; ¡¡FEEELIIIIIIIX!!, ah... ahí está. Boludo, ¡durante una milésima de segundo estuviste muerto! - es que mi tiempo con Felix pasa mas lento -). Ahora, ¿Que pasa con todo durante esa milésima de segundo?.


Ponele que en medio de ese estornudo pensas en alguien, alguien especial. Si durante esa milésima de segundo (en que estás muerto) pensas en esa persona... ¿Es el pensamiento de un muerto?. ¿Entonces que pasa con ese pensamiento?.
¿Y que pasa con esa persona?.
Es un poco como un instante en blanco, un instante que no existe. Un vacío instanteanista. Un poco a lo Cortazar, un poco a lo Poe, pero vacío en fin.
Termina el rollo 1, comienza el rollo 2. Intercambias los rollos con la suficiente exactitud y velocidad como para la película siga y nadie note que está dividida en dos rollos. Pero hay un punto muerto practicamente imperceptible.
Poné algo en ese punto muerto y nadie lo va a ver.
Poné una lágrima en ese punto muerto y nadie la va a ver.
Poné tus mas oscuros miedos y el motivo de toda tu alegría en ese punto muerto y nadie te va a oír gritar.
Poneme a mi en ese punto muerto y nadie se va a acordar de que existo.
Pone un punto muerto en ese punto muerto y nadie, pero te digo NADIE, lo va a notar.

Hasta que llega alguien que lo nota.
Un día llega alguien que lo nota y todo el resto se va al diablo. Los rollos se prenden fuego de una manera reparadora y deliciosa. El placer de una fogata.
Un día llega alguien y ya nada mas importa salvo ese instante de punto muerto que, subitamente, fue llenado con algo mas.
Algo mas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario