Hay momentos en que simplemente uno no quiere hacer nada.
Hoy encontré que mis ojos se habían posado sobre una zona de pasto verde enmarcada por árboles. En relativa paz y armonía.
Nada de gritos cacofónicos. Nada de glándulas de importancia relativa. Nada de vehículos de apariencia imponente.
Hoy era el verde.
Y, caminando hacia ese verde, me encontré con que la plaza terminaba súbitamente. Y con ella mi paz.
¿A dónde ir? hoy no quiero urbanidad.
En ese momento recordé una canción que llevaba adherida a mi espalda ya varios meses.
"Aniway, I can try anything
is the same circle that leads to nowhere...
and I'm tired now"
Y súbitamente comprendí su significado. O al menos le encontré uno.
Es en estos días en que uno se ahoga bajo el peso del tiempo, en que acaba dándose cuenta de esa cosa tan curiosa...
...y es que, de todas formas, podemos intentar algo. Podemos intentar lo que sea. Pero en estos días, da igual que intentemos, siempre es el mismo círculo que no lleva a ningún lugar.
Mi mas sincero deseo era dejarme caer sobre el pasto, como una muñeca de trapo. Dudaba que mis piernas fueran a sostenerme mucho mas.
Retiré una imagen de mi mochila... una foto... y fui feliz contemplándola durante unos instantes. Hasta que una ráfaga de viento la arrancó de mis manos. Sería conveniente evitar los minutos que precedieron a esa ridícula escena. Un muchacho persigue un trozo de papel.
Es en estos momentos en que me siento y busco algo que hacer. Y recuerdo esa canción. Siempre esa melodía que habla sobre no tener ganas de nada.
El interior de mi mochila me sonríe, pero realmente... I'm so tired now.
La imagen de mi mochila, ahora a salvo en ella, continúa sonriendo. Y yo pienso en la cantidad de cosas que me gustaría decirle. En la cantidad de sonrisas que me gustaría susurrarle al oído para que solo esa persona me oiga y nadie mas.
Lo nuestro es algo intangible.
Y a veces siento que no tengo fuerzas para seguir.
Toma y mano y sostenme en este momento.
Siento que estoy tan cerca de resbalar hacia el fin.
Toma mi mano y sostenme en este momento.
Cada nuevo día trae consigo una lluvia de sal.
Cada nuevo sol que se levanta por sobre sus hermanos...
lleva consigo el peso de mis lágrimas.
Y por mas que aquellos sueños interminables...
se hagan realidad una y otra vez.
Por mas que no encuentre tu rostro, salvo entre las nubes...
Por mas que mi corazón se inunde y se ahogue en sus propias cavilaciones...
Yo se que tengo la fuerza suficiente para sonreirte una vez mas.
¿Deberé dejarme caer sobre el viento...
y confiar que me lleve hacia tus ojos?.
¿O es que en el llanto del peregrino...
reside la llave de nuestro futuro?.
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hola, queria invitarte a que agregues tu blog a Argentino.com.ar
ResponderEliminares un directorio de webs de Argentina y nos gustaría que estuvieras.
saludos
Diego